Calistenia, Gimnasio

El vendaje neuromuscular

Vendaje neuromuscular

¡Buenas a todos! Probablemente todos hayáis visto a personas en el gimnasio o en el parque a los que les asoma un trocito de tira de colores por debajo de la camiseta o del top: algunas las veis y son de color rosa, otras azules, otras negras, otras son simplemente una tira gruesa, otras se parten en dos más finitas, otras en cuatro como si fuera un “pulpo”, algunas incluso parecen pequeños parches en forma de rejilla…

Estas coloridas tiras son lo que conocemos como vendaje neuromuscular o Kinesio-tape.

vendaje neuromuscular

No debemos confundir este tipo de vendaje con el vendaje compresivo, el típico que nos colocamos cuando tenemos un esguince de tobillo o nos damos un golpe y queremos limitar la inflamación con un vendaje elástico; ni con el vendaje funcional, el cual nos sirve para limitar el movimiento de una articulación de forma preventiva o terapeútica dependiendo del grado en el que se encuentre el deportista. Si quieres saber las diferencias que hay entre uno y otro, te recomiendo visitar Playmaker Fisioterapia, el blog de mi compañera Cinta Rodríguez donde encontraréis un post con dichas diferencias.

El vendaje neuromuscular es una técnica relativamente joven de origen asiático que ayuda a la función muscular pero sin limitar el movimiento, a diferencia del vendaje funcional, pero poco a poco se fue descubriendo que no sólo tenía efectos beneficiosos sobre la musculatura, sino también sobre la circulación, las articulaciones, las cicatrices e incluso la postura global.

Está bien saber cuándo se puede aplicar este vendaje neuromuscular, pero es necesario saber cuándo NO aplicarlo, y es en estos casos: trombosis, heridas abiertas, traumas severos, edema general, carcinomas, embarazo, alteraciones de la piel, falta de resultados y diabetes.

kinesio yo

Foto mia con un vendaje neuromuscular en el deltoides anterior y posterior, y otro en el trapecio superior.

Se tratan de esparadrapos elásticos que se colocan sobre la piel con cierto grado de estiramiento. Tienden a acercar sus extremos creando un efecto de “pellizco” que separa la capa superficial de la piel de las más profundas, entre las que se encuentra el sistema linfático superficial, es decir, el aparato circulatorio encargado de recoger el exceso de líquido del organismo como el acumulado en las inflamaciones. Al aumentar dicho espacio se le da más libertad al sistema linfático y por consecuencia al sistema venoso, facilitando la eliminación de sustancias productoras del dolor, por lo que están indicados en edemas, inflamaciones, puntos dolorosos, etc. Tienen estrías onduladas, lo que permite que el efecto “pellizco” no sea longitudinal evitando así pinzar un vaso sanguíneo. Normalmente no suelen tener efecto como tratamiento independiente, por lo que siempre se debe acompañar de un tratamiento complementario.

Por ejemplo, tras una intensa sesión de trabajo en el parque de la musculatura de la espalda, además de las agujetas, notamos un dolor intenso en la zona inferior de la escápula (la paletilla, el hueso plano en la parte alta de la espalda) que nos limita los movimientos rotacionales del brazo. En este caso de sobrecarga del infraespinoso, estaría indicado este tipo de vendaje neuromuscular, pero además de esto, también debemos estirar la zona con frecuencia, aplicar frío, un poco de masaje…

kinesio diego yo

Foto mia y de mi compañero y amigo Diego (CicloFisioBlog) con vendajes neuromusculares en deltoides anterior y posterior, y en los trapecios superior, medio e inferior.

Este vendaje neuromuscular se basa en dos principios básicos: la estimulación de la circulación de retorno, como ya hemos explicado, y la estimulación del sistema propioceptivo, el sistema encargado de recibir información tanto del medio externo a nuestro cuerpo como del interno (estado de nuestros músculos, vísceras, equilibrio…)

Dentro de su función sobre el sistema propioceptivo hay que distinguir entre la acción sobre la musculatura, que puede ser tonificante si el vendaje va de origen a inserción del músculo, o relajante si va de inserción a origen ya que el vendaje siempre tiende a hacer la tensión hacia el anclaje inicial; y la acción propioceptiva como tal donde nos transmite información sobre el posicionamiento, acortamientos, normalización de una determinada postura… Sirven por ejemplo para dar estabilidad a un tobillo con un esguince pero no para limitarle el movimiento ya que es elástico, y así le mandaremos la información de la correcta posición del tobillo al sistema nervioso gracias al componente propioceptivo.

El posicionamiento sobre la piel será a distintas tensiones dependiendo de las estructuras que queramos trabajar: sobre el músculo un 10%, sobre los ligamentos un 100%, sobre tendones y cápsulas entre un 50-75%, en una zona vascular un 25% y para trabajos posturales entre un 30-40%. Las zonas de los anclajes deben ser previamente redondeadas con unas tijeras para que no se despeguen, o para que la energía no se disipe según la medicina oriental. Los anclajes deben ir sin tensión para que no se retraigan y así no se despeguen.

Lo más importante a la hora de trabajar con el vendaje neuromuscular es conocer perfectamente la anatomía palpatoria, ya que según la estructura que queramos trabajar debemos colocarlo de una forma u otra. Por tanto, debemos estar exactamente sobre la estructura a vendar.

VENDAJE NEUROMUSCULAR

Esto sólo ha sido una pequeña introducción al vendaje neuromuscular, cada músculo o articulación tiene miles de variantes y todas pueden ser igual de efectivas. Espero que os haya resultado interesante y útil. ¡Nos vemos en la próxima entrada!

Si tenéis cualquier duda, contactad conmigo aquí.

1 comentario en “El vendaje neuromuscular”

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